domingo, 28 de abril de 2013

cuanto silencio

como luchas contra el silencio, que lentamente consume todas nuestras palabras.
como suplicarle un minuto mas al tiempo cuando este ya no se apiada de nosotros.
la distancia es inmensa aunque nuestros cuerpos estén parados uno frente al otro.
mi alma quiere gritar tantas cosas, mas mi boca calla por no herirte.
¿que puedo hacer para detenerlo?
la conciencia pesa por no poder hacer lo que deseo, pero mas seria mi pesar si te lo hiciera saber.
ayudame a entenderte, para poder comprenderme un poco mas
ayudame a decirte cuanto te amo sin abrir un vieja herida.
¿que pasa cuando las preguntas ya no tienen una respuesta? y solo queda un tal vez o un no lo sé,
que hay tras el misterio de lo que no me dices, que me tiene tan exhausta.
la sensación de vació que producen todos esos pensamientos absurdos y vanales, mata la pasion que se había     acumulado dentro de mi ser.
mi corazón grita mil cosas, que, pese al esfuerzo, no pasan de mis ojos.
¿donde estamos ahora?¿que es lo que cambio?
si acaso tu quisieras irte, con una palabra bastaría
no te ates al recuerdo y desprendete de lo que ya no es
solo no olvides las palabras, que a lo lejos se  escuchaban cerca, las cuales nunca volveré a decir.
el recuerdo latente de aquellos  dias en que eramos uno, ya no volvera.
me decidi a olvidarlo todo, mas tu presecia sigue tal cual, firme, erguida ante mis ojos; 
mis pupilas ya no distinuen entre realidad o fantasia.
solo me queda continuar por el camino que hace tiempo comence a trazar.
no quedan años, no quedan dias, solo un minuto, el minuto de nuestra despedida.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Algo que decir

la alegría de vivir es una sensación insuperable, aun cuando hay motivos para bajar por un instante la cabeza, hay quienes logramos sonreirle a los problemas. todos tenemos problemas, no hay nadie que se salve de ellos; el problema es, cuando una pequeña sombra que tenias en tu interior comienza a hacerse mas grande cada vez, no sabes como detenerlo, es es el problema.
traición, es una palabra que hoy se me viene mucho a la mente, aun que este sentimiento no radica solo en las personas que me rodean, si no también en mi misma, yo sola, sin adjudicarle el daño a nadie mas, he construido una bola de enredos y confusiones.
al principio todas las ideas solo rebotaban en mi enredada y perturbada mente, mas me di cuenta, que no solo soy yo, para crear un gran caos no solo basta una persona.
al principio parecían comentarios pasajeros y acciones  sin reacción, pero me di cuenta que dentro de todo, había una segunda intención.
mi culpa fue la misma que la tuya, nos envolvimos en una hermosa fantasía que nos lleno de alegría, pero cuando aterrice contra la realidad, vi que alguien mas seguía mi juego.
no estuvo bien, mas no me arrepiento.
de no haberlo dejado pasar, nunca me habría dado cuenta de esa verdad que con leves golpecitos me fue despertando.
ahora, con toda la libertad del mundo puedo decidir, por eso se que todo va a estar bien. nadie tiene por que cargar con mis problemas y con mis errores; siempre he sido libre para decidir, pero abuse de mi libertad y ahora quien menos lo merecía me ha borrado de su vida.
todos hemos sido igual de libres para tomar nuestras decisiones, todo ha sido muy apresurado, sin embargo, ahora estoy donde debo estar, tomando mi tiempo para despejar mi mente y esperando que pueda perdonarme.
sin embargo a estas 3 personas en cuestión, les deseo la máxima felicidad del mundo, mientras yo encuentro la mía; ya he dicho antes, cada quien toma su propio rumbo y por eso es normal continuar.

lunes, 6 de febrero de 2012

Mi gatito persona

Mi pequeño simba, no había nada que me gustara mas que ver esos enormes y juguetones ojos; me encantaba verlo jugar con mis pies y ver como se quedaba dormido en mis brazos, y por mas que mi prima intentara explicarle que los gatos no deben entrar a la casa con las personas, yo le decía a mi prima que el era un "gatito persona".
Mi pequeño simba, siempre era una sorpresa saber en que rincón se iba a encontrar, era adorable verlo correr a toda velocidad por la casa, un segundo estaba arriba y al otro sobre el sillón, aunque se supone que no debía subirse al mueble. a todos nos daba gracia ver como se acurrucaba en las es quinas.
No tenia un maullido común, no era de esos de hacen que se crispen los nervios, su maullido era un leve y tierno sonido.
Mi pequeño simba fue el único gatito que mi familia acepto con gusto, se gano su lugar en la casa. Le gustaba perseguir los zapatos de mi papá y jugar con sus manos.
Sentir como se quedaba dormido en mis brazos me hacia sentir que siempre estaría conmigo, era el bebé de la casa, comía en su mamila, que aunque era mas grande que el, la sujetaba con fuerza para que no se la quitara nadie.
Mi pequeño simba tenia unas patitas muy grandes para su edad, todos decían eso, aunque yo le veía las patitas mas pequeñas del mundo, eran suaves y rosadas, me encantaba acariciarselas y decirle todos los días cuanto lo quería.
Aunque no hablaba, yo sabia que simba era muy feliz, lo demostraba de muchas maneras, era tan agradecido con todos; incluso el día que lo bañe, pensé que ya no dejaría que me acercara a el o que me arañaría, pero no, nada de eso, se acurruco en su toallita  y una vez que se seco, brinco hacia donde yo estaba para que lo acariciara como siempre.
Mi pequeño simba era incapaz de quedarse quieto en las fotos, aunque cuando lo lográbamos, parecía imagen de postal.
Siempre voy a extrañar a mi bebé, no pudimos contener su espíritu inquieto aquí en la tierra, y yo se que no habrá nunca un gatito mas amado como lo fue el, voy a extrañar sus orejitas peludas y sus ojitos brillantes, voy a extrañar darle de comer, y ver como se quedaba dormido junto a mi en el sillón.
Todos los que lo conocieron aprendieron mas de simba que el de nosotros, de alguna manera se volvió indispensable en nuestras vidas, por eso sabemos que ese hueco que dejo nada lo va a llenar, pero lo recordaremos como lo que es: nuestro bebé, mejor amigo y compañero... simplemente parte de la familia.

jueves, 11 de noviembre de 2010

El final de mi cuento...


Cuando era niña, al ver películas con finales felices, donde todo se resolvía y se hacía realidad, me hacían pensar que la vida era demasiado fácil. Para las actrices de las novelas o para las princesas de las caricaturas todo era perfecto. Encontraban a su príncipe azul, a su alma gemela de manera casual, como si estuviera en sus destinos conocerse y no separarse jamás.
Todas estas historias me conmovían y me hacían fantasear con como sería si a mí también me ocurriera; me sentaba en el columpio de mi jardín y me ponía a tararear canciones que hablaban de amor, continuaba imaginando historias de príncipes y princesas, hasta que un día… lo conocí.
Teníamos tanto en común, el estaba loco y yo también, era mi sueño, nos complementábamos, me hacia feliz. Me gustaba todo de él, su carisma, su ternura, cada detalle que tenía conmigo. Al principio no lo creía, durante mucho tiempo había cerrado mi mente por temor a que me hirieran como lo hicieron una vez.
¿Qué tenía él que me hizo abrirme de nuevo? Ya no pensaba en eso, simplemente lo vivía. Era mi presente y ahora es mi pasado.
Odio en lo que se convirtió, que las mentiras nos alejaran ¿Acaso no le daba confianza suficiente? Durante tanto me oculto las cosas mientras me decía que no había otra faceta en él.
Pasamos tantas cosas los dos que aun recuerdo con nostalgia; superamos conflictos, le ganamos al tiempo y a la distancia, rumores y a los fantasmas de nuestro pasado.
Yo me cegué ante lo que no quería ver en él; sabia que él llevaba consigo una cruz, una que intente disfrazar porque no quería aceptarla.
Fue tanto lo que tuvimos que esperar para vernos, que durante ese tiempo no veía la hora en la que por fin pudiera estar con él y reír como antes.
A pesar de que las cosas terminaran mal al final lo amo y lo amare siempre; porque con el aprendí a ver la vida de otra manera, le tome más importancia porque me sentía viva a su lado, descubrí que la belleza de una flor no solo está en su forma.
Me duele que terminara y mas tener que haber sido yo quien lo dejo ir. Entiendo que ahora no lo comprende porque lo lastime pero sé que lo hará algún día, fue una situación que se salió de nuestras manos, era lo mejor para los dos.
No hay noche que no sueñe con él y que reviva momentos en los que los dos jugábamos a mirarnos, en cambio hay otros en los que solo se queda parado frente a mi sin decirnos una palabra.
Han pasado los meses y aun me duele saber que no está conmigo; hay tres o cuatro canciones que me hacen llorar, como si cada palabra que sale de ellas me llevara a él y volviera a abrir la herida que no ha terminado de cerrar, sobre todo recuerdo con mucha ternura y tristeza cierta canción que habla de caramelos de limón.
Me gusta pensar que algún día nuestros caminos se cruzaran de nuevo y podremos sentarnos a hablar y recordar con alegría nuestra historia.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Conmigo!

El sábado andaba caminando sola por la calle, sin pensar en un rumbo en especial, solo caminaba.
En un momento de confusión le llamé por teléfono a un amigo; estaba cerca de su casa y pensé que seria mejor quedarme con él a seguir caminando sin rumbo a las 6:30 de la tarde, le marque pero no estaba ni siquiera en la cuidad. Ahí se terminó de ir mi ánimo, pensé en llamar a alguien más, pero realmente son muy pocas las personas en las que confió, así que decidí seguir caminando.Ya había entrado en una depresión cuando comencé a recordar viejos y felices tiempos,donde jamás imagine verme en una situación así; En medio de mi trance decidí subirme al primer camión que paso, sin siquiera fijarme cual era, solo pague y me senté junto a la ventana. Iba casi vació así que solo me dedique a disfrutar del paseo, cada lugar por donde pasaba me hacia recordar, poco a poco fui uniendo todos mis recuerdos hasta comenzar a fantasear con cosas que me hubieran gustado fueran diferentes ahora, que me gustaría no haber preguntado o que en su momento hubiera dicho y en ese abrazo que por orgullo nunca pude dar.
Recorrió mi cuerpo una sensación de nostalgia al darme cuenta de que seguía sola en un camión, mi cuerpo comenzó a temblar y lo único que broto de mi fue una lagrima que lentamente recorrió mi mejilla.
Me volví hacia la ventana y vi que ya había llegado al último destino,me baje del camión y me dirigí hacia el centro comercial, en el que esperaba,inocentemente, encontrarme con alguien conocido. Entre a la plaza y comencé a recorrerla; recorrí los locales y daba vueltas entre los comedores. Me paseaba por los pasillos una y otra vez sin conseguir encontrarme con alguien, estaba ya muy agotada como para seguir caminando así que decidí sentarme en una de las jardineras. La cabeza me daba vueltas y de nuevo me estaba sumiendo en esa depresión donde el remordimiento me ahogaba. Estaba decidida, no iba a quedarme ni un minuto mas pensando en el hubiera, tome mi teléfono celular con la firme intención de llamar a la razón de mi melancolía, cuando comenzó a sonar, conteste, era mi prima diciendo que ya iba a pasar por mi.
Ese día aprendí a descubrirme un poco más, porque no escuece a nadie mas que a mi. Solo estando completamente sola puedo ser yo misma y puedo descubrir esos sentimientos que durante mucho tiempo estuvieron ocultos en la sombra de mi mente; que fácil es decir lo que siento cuando no hay nadie que lo escuche o intentar hacer algo cuando no hay nadie que me detenga.