miércoles, 26 de septiembre de 2012

Algo que decir

la alegría de vivir es una sensación insuperable, aun cuando hay motivos para bajar por un instante la cabeza, hay quienes logramos sonreirle a los problemas. todos tenemos problemas, no hay nadie que se salve de ellos; el problema es, cuando una pequeña sombra que tenias en tu interior comienza a hacerse mas grande cada vez, no sabes como detenerlo, es es el problema.
traición, es una palabra que hoy se me viene mucho a la mente, aun que este sentimiento no radica solo en las personas que me rodean, si no también en mi misma, yo sola, sin adjudicarle el daño a nadie mas, he construido una bola de enredos y confusiones.
al principio todas las ideas solo rebotaban en mi enredada y perturbada mente, mas me di cuenta, que no solo soy yo, para crear un gran caos no solo basta una persona.
al principio parecían comentarios pasajeros y acciones  sin reacción, pero me di cuenta que dentro de todo, había una segunda intención.
mi culpa fue la misma que la tuya, nos envolvimos en una hermosa fantasía que nos lleno de alegría, pero cuando aterrice contra la realidad, vi que alguien mas seguía mi juego.
no estuvo bien, mas no me arrepiento.
de no haberlo dejado pasar, nunca me habría dado cuenta de esa verdad que con leves golpecitos me fue despertando.
ahora, con toda la libertad del mundo puedo decidir, por eso se que todo va a estar bien. nadie tiene por que cargar con mis problemas y con mis errores; siempre he sido libre para decidir, pero abuse de mi libertad y ahora quien menos lo merecía me ha borrado de su vida.
todos hemos sido igual de libres para tomar nuestras decisiones, todo ha sido muy apresurado, sin embargo, ahora estoy donde debo estar, tomando mi tiempo para despejar mi mente y esperando que pueda perdonarme.
sin embargo a estas 3 personas en cuestión, les deseo la máxima felicidad del mundo, mientras yo encuentro la mía; ya he dicho antes, cada quien toma su propio rumbo y por eso es normal continuar.

lunes, 6 de febrero de 2012

Mi gatito persona

Mi pequeño simba, no había nada que me gustara mas que ver esos enormes y juguetones ojos; me encantaba verlo jugar con mis pies y ver como se quedaba dormido en mis brazos, y por mas que mi prima intentara explicarle que los gatos no deben entrar a la casa con las personas, yo le decía a mi prima que el era un "gatito persona".
Mi pequeño simba, siempre era una sorpresa saber en que rincón se iba a encontrar, era adorable verlo correr a toda velocidad por la casa, un segundo estaba arriba y al otro sobre el sillón, aunque se supone que no debía subirse al mueble. a todos nos daba gracia ver como se acurrucaba en las es quinas.
No tenia un maullido común, no era de esos de hacen que se crispen los nervios, su maullido era un leve y tierno sonido.
Mi pequeño simba fue el único gatito que mi familia acepto con gusto, se gano su lugar en la casa. Le gustaba perseguir los zapatos de mi papá y jugar con sus manos.
Sentir como se quedaba dormido en mis brazos me hacia sentir que siempre estaría conmigo, era el bebé de la casa, comía en su mamila, que aunque era mas grande que el, la sujetaba con fuerza para que no se la quitara nadie.
Mi pequeño simba tenia unas patitas muy grandes para su edad, todos decían eso, aunque yo le veía las patitas mas pequeñas del mundo, eran suaves y rosadas, me encantaba acariciarselas y decirle todos los días cuanto lo quería.
Aunque no hablaba, yo sabia que simba era muy feliz, lo demostraba de muchas maneras, era tan agradecido con todos; incluso el día que lo bañe, pensé que ya no dejaría que me acercara a el o que me arañaría, pero no, nada de eso, se acurruco en su toallita  y una vez que se seco, brinco hacia donde yo estaba para que lo acariciara como siempre.
Mi pequeño simba era incapaz de quedarse quieto en las fotos, aunque cuando lo lográbamos, parecía imagen de postal.
Siempre voy a extrañar a mi bebé, no pudimos contener su espíritu inquieto aquí en la tierra, y yo se que no habrá nunca un gatito mas amado como lo fue el, voy a extrañar sus orejitas peludas y sus ojitos brillantes, voy a extrañar darle de comer, y ver como se quedaba dormido junto a mi en el sillón.
Todos los que lo conocieron aprendieron mas de simba que el de nosotros, de alguna manera se volvió indispensable en nuestras vidas, por eso sabemos que ese hueco que dejo nada lo va a llenar, pero lo recordaremos como lo que es: nuestro bebé, mejor amigo y compañero... simplemente parte de la familia.